Suelos de madera para naves y almacenes

19 de mayo de 2019

Los suelos de madera también pueden servir para naves industriales, almacenes y otros inmuebles similares. Normalmente, cuando pensamos en suelos de madera, nos hacemos una idea de superficies muy sensibles, sin embargo ello no ha de ser siempre así.

Existe una posibilidad barata y eficaz para revestir suelos de naves y almacenes con madera. Lo cierto es que en grandes superficies en donde se espera fricción, impactos y cambios bruscos de temperatura, los suelos han de ser muy resistentes y estar preparados para aguantar grandes pesos.

Recordemos que en esta clase de inmuebles puede haber incidencias en cuanto golpes, rozaduras… En el caso de los suelos de madera para naves y almacenes, se trata de elementos cuya disposición varía sensiblemente con respecto a otros suelos de este mismo material. Así como en casas y zonas residenciales, el parquet o los suelos de madera se disponen mediante tablas colocadas de plano, en naves o zonas complejas, la colocación es de canto. Esta disposición propicia una gran resistencia.

Los entablados se unen y se disponen verticalmente. La unión de unos contra los otros ha de ser total y sin fisuras. Otra de las cualidades más importantes de estos suelos, es la resistencia. Al presentarse de canto y prensados los unos con los otros, los elementos de madera crean un suelo extremadamente resistente.

Se trata de una opción muy barata a otras también interesantes, pero que pueden disparar el presupuesto asignado para el cambio de suelo. En Zaragoza su grupo de confianza especializado en suelos de madera, le ayudará a optimizar una de las áreas relevantes de todo edificio. Consulte precios con especialista que le darán datos sobre los materiales utilizados, y cómo pueden realizarse los trabajos de colocación para que el presupuesto sea aún más barato.

El único inconveniente de este tipo de suelos es que no sin aptos para zonas industriales o naves en donde haya recurrencia de vertidos de líquidos. Especialmente las grasas, carburantes y líquidos abrasivos, pueden afear o deteriorar muy seriamente el suelo del inmueble.

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